Fue poco antes de las 21:00 horas cuando comenzó a arribar el público al recinto, mostrando una cara de emoción que pocos podían esconder. Conforme los minutos transcurrían, las ansias de ver a su ídolo sobre el escenario incrementaban.
De pronto, poco antes de las 22:00 horas el imponente escenario de Palco Tecate apagó sus luces para, en solo pocos segundos, volver a encenderlas con más potencia: María José venía en camino.
Una enorme estructura forrada de pantallas que plasmaban distintas y coloridas imágenes se encargó de hacer lucir la escenografía con espacios específicos para cada uno de los músicos que acompañaban a la cantante, y fueron los gritos del público quienes dieron el recibimiento especial a La Josa que tanto quiere Monterrey.
Vistiendo un deslumbrante body plateado con flecos a juego que enfatizaban con fuerza cada uno de sus movimientos, María José hizo su entrada triunfal acompañada de un grupo de cuatro bailarines que lo dieron todo sobre el escenario. “Las que se ponen bien la falda” fue el tema inicial con el que la fiesta arrancó mientras la intérprete sonriente se dirigía al público con gran ímpetu.
“No soy una muñeca” y “Duri Duri” fueron los siguientes temas en llegar, tras los cuales María José se dirigió al público regio emocionada y agradecida por tan maravilloso reencuentro.
Luego, dos grandes joyas dentro de su repertorio desataron los coros: “Adelante Corazón” y “Frente a Frente”. Y el siguiente acto se llevó los aplausos con una invitación especial que María José hizo a una de sus colegas, llamada Gala, para interpretar junto a ella la canción “Rosas en mi almohada”.
Después de la enérgica primera parte del show, María José se transformó en otra versión de ella portando ahora un sensual body negro para arrancar esta fase con “Solo el amor lastima así”.
“Porque definitivamente yo, Monterrey, tengo hábito de ti”, expresó La Josa para dar vida al tema “Hábito de ti”, que forma parte de su álbum “Conexion”, mismo que le da nombre al tour en curso.
El momento melancólico se lo llevó “Me equivoqué”, una de las favoritas del público que hace casi 15 años llevó a La Josa a posicionarse cada vez más alto como solista.
Para la recta final, y con el tercer cambio de vestuario de la noche, se vivió un carrusel de emociones con canciones como “Un nuevo amor”, “Él era perfecto”, “Tú ya sabes”, y por supuesto “No soy una señora”, con la que la cantante pareció despedirse, aunque todo resultó una falsa alarma pues La Josa tenía preparado un deslumbrante final con dos de sus grandes hits.
Fue poco antes de la medianoche cuando “La ocasión para amarnos” y “Prefiero ser su amante” se encargaron de poner punto final a una noche llena de emociones que hicieron “reconectar” a la perfección a María José con su gran público de Monterrey.