El Perfume del éxito: la Inspiradora historia de Adelfo Enríquez y Zermat Internacional

Nacido en Isla, Veracruz, México, Adelfo Enríquez es un claro ejemplo de cómo la pasión y la determinación pueden transformar la vida. Desde sus humildes inicios, este emprendedor logró posicionarse como un referente en la industria de la perfumería y los negocios.

Su historia es una inspiración para quienes sueñan con construir un futuro brillante a partir del esfuerzo y la dedicación.

Adelfo dejó su hogar a los 12 años para trasladarse a la Ciudad de México, donde estudió Ingeniería Química Industrial en el Instituto Politécnico Nacional.

En 1985, Adelfo fundó Zermat Internacional, una empresa que comenzó en un pequeño cuarto en la Ciudad de México. Lo que inició como un negocio familiar se transformó en un gigante empresarial que actualmente opera en 12 países y cuenta con una red de más de 100 mil emprendedores.

Su enfoque en ofrecer productos de alta calidad a precios accesibles ha sido clave para su éxito, al igual que su habilidad para identificar oportunidades de mercado.

Hoy, Zermat es reconocida como una de las Súper Empresas Expansión desde 2013 y una de las Mejores Empresas Mexicanas desde 2020, consolidando su lugar como un referente en la industria.

Adelfo Enríquez ha sido pionero en la creación de fragancias personalizadas para celebridades como Edith González y Mario Bautista. Además, ha colaborado con marcas icónicas como Pineda Covalin y Michel Domit, desarrollando productos que reflejan la esencia de estas firmas.

Estas alianzas han llevado su talento a un nivel internacional y le han valido importantes reconocimientos, como el Premio Internacional a la Calidad en París y el galardón HBA al Mejor Perfume del Año en Nueva York (2012).

El liderazgo de Adelfo también se extiende al ámbito social. Como presidente de la Asociación Mexicana de Venta Directa (AMVD), impulsa el crecimiento de miles de emprendedores en toda la región. Su compromiso con el bienestar social ha sido reconocido con premios como Mentes Brillantes y Empresario del Año, reafirmando su influencia más allá de los negocios.

Al hablar sobre su entrada al mundo de las fragancias, Adelfo recuerda con entusiasmo su paso por Givaudan, donde aprendió a trabajar con materias primas, crear fórmulas y desarrollar productos innovadores. “Fue un entrenamiento riguroso, olía diferentes materias primas como flores, maderas, especias y hierbas durante ocho horas diarias.

Esto me permitió identificar los ingredientes de un perfume y viajar dentro de una fragancia para descubrir su composición”, comenta.

La idea de Zermat nació de su deseo de tener una empresa propia. Comenzó vendiendo perfumes entre familiares y amigos, quienes pronto se convirtieron en revendedores. En menos de dos años, ya contaba con más de 2,000 vendedoras y, con el tiempo, logró ampliar su red a más de 70,000 vendedores en 12 países. Su modelo de negocio no solo ha generado empleos directos, sino también oportunidades para miles de emprendedores.

Conforme Zermat creció, también lo hizo su línea de productos. Hoy, además de fragancias, la empresa ofrece cosméticos, cremas y tratamientos corporales. Este crecimiento ha sido posible gracias a la contratación de especialistas en desarrollo de productos y a la colaboración con proveedores que suministran materias primas de alta calidad.

Adelfo también sueña con dedicarse más a la creación de perfumes personalizados, adaptados a la personalidad y estilo de vida de cada cliente. “Un perfume puede ser tan exclusivo como tú desees. Su precio y su desarrollo dependen de los materiales, el diseño y la cantidad que se necesite”, explica.

Además, está convencido de que las fragancias deben evolucionar con las personas. “No usamos el mismo perfume a los 20 que a los 40. Cambiamos nuestros hábitos, nuestro entorno y nuestro estilo de vida. Por eso, siempre recomiendo explorar nuevas tendencias, pero sin dejar de lado esa fragancia especial que define nuestra esencia”, concluye.

Bajo el liderazgo de Adelfo Enríquez, Zermat Internacional no solo es un emblema de innovación, sino también un ejemplo de cómo el sueño de una persona puede generar un impacto positivo en miles de vidas.