Un cartel un poco «extraño», porque rompía con los esquemas de las generaciones, así fue el que presentó en su primera edición, el Tecate Emblema que tuvo lugar en el Autódromo Hermanos Rodríguez este fin de semana.
Para esta edición se notaba un público muy especial. Los habitantes de la CDMX llegaban a la hora que marcaba la presentación de sus favoritos, mientras que otros, solo veían la presentación de ciertos artistas y se marchaban, especialmente los fans de Morat se fueron al terminar el concierto del grupo, pues se les veía desfilar con playeras de la agrupación hacia la salida. Los asistentes de otros estados fueron más consistentes.
De las primeras presentaciones que se pudieron disfrutar el viernes 13, fue la de Danna Paola que sin duda fue emotiva y muy esperada. La cantante y actriz mexicana interpretó sus éxitos coreados al lado se sus fans: «Oye Pablo», «Agüita» y hasta «Mundo de Caramelo». Durante su show demostró que ya tiene la calidad suficiente para pronto posicionarse como headliner en los próximos festivales, ya en la más reciente edición de Pal´ Norte se notaba la fuerza escénica que tiene, pero en esta ocasión, se le vio musicalmente más madura.
La distancia entre escenarios fue increíble, pues estaban muy cercanos los tres, pero lo impresionante era la acústica, ya que los sonidos de los tres nunca invadían al otro: estrellita para los ingenieros de audio.
Los recorridos entre escenarios permitían llegar rapidísimo a uno y otro, lo que era una ventaja, puesto que podías disfrutar de los artistas, sin perderte tantos detalles por los horarios, así que mientras Danna Paola se encontraba en el principal, podías correr a terminar de ver la presentación de Danny Ocean, que siempre es muy bien acogido y coreado por el público y que terminó su concierto con «Me Rehúso».
Durante esta primera jornada, también estuvieron presentándose The Kid Laroid, Chvrches, Yungbae, Tones & I y Carly Rae Jepsen, quien por cierto estaba en el cartel original antes de que la pandemia nos sorprendiera y nos dejara encerrados por largos meses.
Esa noche, el plato fuerte eran los Backstreet Boys, que mucha gente esperaba en la zona de juegos de los patrocinadores o en la «Tecate Chill Zone», mientras disfrutaban de una bebida refrescante o cargaban sus celulares.
La Magazine tuvo la oportunidad de platicar con algunos fanáticos que se declararon «chavorucos» y que decían solo estaban esperando las 10:00 p.m. para disfrutar de los veteranos y la realidad es que no se daban la oportunidad de ir a otros escenarios.
Luego el momento climático, los BSB en el escenario, interpretando «Show Me the Meaning of Being Lonely» y las «chicas» gritando a todo pulmón, aunque ya no tan eufóricas como en sus mejores años de adolescencia.
Luego las demás: «Quit Playing Games», «The Call», «Incomplete», «More than That», «As Long As You Love Me», «Everybody (Backstreet’s Back)», «I´ll Never Make You Cry», que por cierto iniciaron con la versión en español, «Nunca te Haré Llorar» y todos esos éxitos que desde hace más de dos décadas dieron a conocer en nuestro país, cerrando con «Larger than Life», con la que agradecieron a su fandom mexicano que de verdad se entregó durante las dos horas de presentación de la boyband.
Los BSB eran lo más esperado de la primera noche y no defraudaron a su público a pesar de haberse presentado sin banda en vivo y de que no se les ve en forma. Lo que sí hay que decir es que en sus inicios, no eran tan afinados, pero los años les han hecho justicia y esta vez cantaron bien.
La noche se terminaría con Diplo que tocó un set bien sabroso y muy ad hoc con la «juventud dosmilera», así que con sus finos beats electrohouse, deleitó a los más desvelados, sampleando desde Daft Punk hasta Technotronic, y esto estuvo… ¡Ufff!
Para el sábado y como en todos los festivales, se esperaba mayor afluencia, un despliegue de seguridad más grande y más medidas de cateo al ingreso, y así fue. El público era más «diverso» y se veía con muchas ganas de pasarlo increíble. La vibra era distinta.
Algunos fans de Morat, solo esperaron a que tocara su grupo y salieron del recinto, mientras que otros esperaban a Kurt, Sebastián Yatra, Kali Uchis y Kenia Os. De los más divertidos de la jornada fue Oliver Tree, pero no tenía mucho público al final de su presentación, porque la gente se disponía a encaminarse al escenario principal para disfrutar del plato fuerte de la noche: Gween Stefani.
La cantautora estadounidense, inició con «The Sweet Scape» en una presentación que estaba programada para dos horas y que solo tuvo duración de una hora con 40 minutos. Sin embargo, Gwen no escatimó en energía, se le notaba feliz y en múltiples ocasiones comentó lo agradecida que se encontraba del reencuentro.
Para el setlist de este show incluyó canciones como «Rich Girl», «Baby don´t Lie», «What Yoy Waiting For?», «Hollaback Girl», la icónica «Don´t Speak» de No Doubt y «Underneath it All», entre otras.
En todo momento, interactuó con sus fans, pero uno de los inolvidables momentos para una de ellas, fue cuando la cantante le firmó el brazo, pues era su cumpleaños y dijo que él se tatuará la firma para que quede grabado el momento para siempre.
La noche y el festival concluyeron con el DJ set de Galantis que resultó muy energético e incluyó canciones como «Runaway» y «No Money», y aunque también haya terminado media hora antes de lo previsto, no le quedó a deber nada a su fandom que salió ordenadamente del recinto. Esta salida, por cierto, hace recordar la tranquilidad con la que se desaloja el Parque Fundidora en Pal´ Norte, algo no muy visto en otros festivales que se llevan a cabo en la CDMX.
