En junio del 2019 , la cuarta película de la famosa serie de películas “Toy Story” se estrenó en los cines, causando diferentes opiniones entre los espectadores.
La película es un espectáculo visualmente hermoso donde podemos apreciar todos y cada uno de los detalles de los personajes y lugares que este filme nos presenta hasta tal grado que podemos imaginar la textura de los personajes.
Es sumamente hermoso e impresionante cómo la tecnología avanza a grados inimaginables y agradables para nuestra vista. El humor tan característico de la saga nunca faltó, reímos más de una vez por lo cómicos que eran los personajes como fue el caso de Bucky y Buny, dos nuevos juguetes que nos divirtieron por su forma de ser y de actuar.
A pesar de tener una animación impresionante y tener momentos graciosos y profundos, la trama de la película no fue la mejor, me permito decir que fue la peor de las cuatro películas, pues esta película muestra la evolución de los niños y la creatividad de ellos tienen para crear cosas y darles más valor que las cosas que tienen, como fue el caso de Woody.
La película nos muestra cómo hacemos lo posible por conseguir un objeto y cuando lo obtenemos , no lo sabemos apreciar y lo olvidamos como si no tuviera valor, reemplazándolo con la primera basura que veamos.
El final prometía ser más desgarrador y triste que el de la tercera película, pero no llegó con su prometido, ya que en esta cuarta parte cuando Woody y Buzz se despiden, abrazándose, no salieron las lágrimas debido a que su relación no fue tan unida como en las entregas anteriores.
En una película se debe considerar la animación, las nuevas técnicas con las que hicieron el filme, pero también debe tomarse en cuenta el guion, el rumbo de la historia y en esta ocasión descuidaron la historia de una gran película que prometía ser mejor que la anterior, por lo que Toy Story 4 debió dejar el Oscar a otras películas que merecían ganar, por su animación, la historia y su mensaje.