Eran más de las 9:00 pm, cuando la corista del show, Mariana Ramos arrancó su presentación con covers de Beyoncé, misma que serviría como marco para el «Legacy Tour», un show que da tributo al «Rey del Pop», Michael Jackson y que tuvo lugar en la Arena Ciudad de México este fin de semana.
Luego de la presentación escueta de la chica, comenzó el espectáculo que cientos de niños acompañados de sus papás disfrutaron, corearon y aplaudieron, pues desde momentos antes de entrar a la Arena Ciudad de México, estaban haciendo demostraciones de baile con música del ya fallecido artista.
El espectáculo cuenta con las participaciones de la guitarrista Jennifer Batten, el corista Darryl Phinnessee, el bajista Don Boyette y el coreógrafo y bailarín Lavelle Smith, todos ellos integrantes del staff de Michael Jackson en vida.
En el show se interpretan canciones como «Billy Jeans», «Thriller», «Bit It», «Smooth Criminal», «Black or White» y muchos más éxitos que el cantante estadounidense hizo populares y con las cuales vendió millones de copias de discos, solo que con el pequeño detalle de que en Legacy no hay suficiente sustento escénico ni grandes voces.
No cabe duda que la calidad musical está presente, pero siempre que el público paga por disfrutar de un espectáculo en el que se conjuguen diversos factores: música, espectáculo visual, concepto, coreografías, pero sobre todo, la parte vocal, de la cual carece.
No obstante, pareció que la velada resultó amena para los fans que al encontrarse ahí, alegres regalaron aplausos a los integrantes de este tributo que puede sin duda mejorar, principalmente, si la producción se concientiza acerca de la dimensión del público ante el que se presenta, así como la responsabilidad de tocar un escenario como lo es de uno de los recintos de mayor relevancia en Latinoamérica, como lo es la Arena Ciudad de México.